
23 Dic Asteya. Robarnos a nosotras mismas
Hace unas pocas semanas que tratamos de cultivar Asteya, el Yama que nos invita a no robar. Hasta ahora hemos hablado de robar a los demás, a la Tierra y al futuro. Hoy hablaremos de qué sucede cuando nos robamos a nosotras mismas.
Cuando nos imponemos una imagen de nosotras mismas que viene de fuera, nos estamos robando el desarrollo de nuestra propia singularidad. Podrías preguntarte: ¿esto que estoy haciendo, lo hago por y para mí misma o para cumplir con las expectativas de alguien? ¿lo hago en busca de mi crecimiento personal o es lo que debo hacer para “encajar”?
Todas las exigencias y expectativas que ponemos sobre nosotras mismas nos roban el entusiasmo. Autosabotaje, falta de fe en nosotras mismas, baja autoestima, juicios, críticas, exigencias de perfección… Nada más y nada menos que formas de maltratarnos con las que destruimos la esencia misma de nuestra vitalidad.
Vivimos atrapadas en un sistema en el que nuestra identidad va ligada a nuestros logros. Lucimos nuestra gran cantidad de obligaciones para que todos las vean. Tenemos tanta prisa por pasar a la siguiente tarea que no hemos tenido tiempo para digerir y asimilar nuestras vidas. Y ese es nuestro mayor robo.
Necesitamos tiempo para descansar, reflexionar y considerar. Tiempo para ponernos al día con nosotras mismas, para pensar y permitir que las experiencias de la vida se integren en nosotras.
Estas palabras eran justo lo que necesitaba decirme a mí misma, ahora.
Detente un segundo, cierra los ojos y asimila este momento.
No Comments